El mundo encima de un tee
Soy jugador de golf. Y con esta declaracion de principios ya dejo mucho escrito sobre mi personalidad o mi manera de ser. Porque lo soy todo el dia, para todas las cosas. Arrastro mis handicaps por la vida con la misma alegria y dignidad que una bola nueva cae en un lago.
Para los no iniciados, esta primera afirmacion puede haber puesto en marcha una serie de mecanismos que les lleve a engaño. Vaya, que pueden estar visualizando un "bloguer/blogueador/bloguista" -no se cual es el nombre correcto- de un status social concreto y con una capacidad economica determinada. Nada mas lejos de la realidad ni del topico. Soy de los que, hace ya muchos años, se coló en este deporte por la puerta de atras y gracias a la buena voluntat de un director de club y la ayuda de un profesor que empezaba. Además, la situacion ha cambiado. Ahora cualquiera puede jugar al golf en el campo publico de Sant Joan -Es un decir. En ese campo no puede jugar nadie- o iniciarse en los Pitch & Putt. Se acabaron los tiempos de deporte elitista reservado a cuatro afortunados. Los caciques del golf se acabaron. O cuanto menos han quedado relegados en sus privados cotos donde sigue siendo el jardinero el que repone la chuleta "que para eso le pago" -textual de una encantadora dama del antiguo RCG de el Prat.-
Soy handicap medio/alto. Vaya, que puedo ir por el mundo con cierta alegria sin ser considerado como un peligro publico para nadie. No soy un buen jugador. Hago mas boguies que pares. Pero si soy un buen rival. Doy juego y dificilmente dejo escapar un partido hasta el ultimo hoyo.
Soy un tio vulgar -dentro del mundo del golf- que ha descubierto en este deporte una nueva manera de entender la vida.
Y eso que practicar deporte, lo que se dice practicar deporte, ha sido una constante en mi vida. He probado practicamente de todo. Pero nada me ha dado lo que me ha regalado el golf. Estoy enamorado del golf y me he convertido en uno de los muchjos apostoles que este deporte tiene repartidos por el mundo.